La pasión según Carmela es la historia de una mujer joven, Carmela, que vive en los años cincuenta. Ella se gradúa de la universidad y ya es doctora. Luego se casa con un hombre muy bueno, pero poco después averigua que él no ha sido fiel a sus votos matrimoniales y por eso decide dejarlo y regresar a vivir con su familia en Cuba. Unos días después, el hermano de Carmela, Lucas, desaparece y la familia piensa que tal vez ha sido secuestrado, pero luego averiguan que ha decidido juntarse con el ejército revolucionario de Fidel Castro. Toda la familia está muy sorprendida de la decisión de Lucas y no lo apoya. Sin su esposo y ahora sin su hermano, Carmela empieza a sentirse muy sola y quiere hablar con Lucas. Ella encuentra una manera de hablar con él y cuando se reúnen, Carmela decide que ella también quiere inscribirse en el ejército revolucionario de Castro. Pronto Carmela se enamora de un soldado llamado Ignacio y vemos cuán difícil es para ellos a tener su relación mientras están tratando de pelear para la revolución.
La mayoría del cuento se narra en primera persona. La primera persona es el modo de destacar la imparcialidad del narrador. Lo que se cuenta se hace según lo vive la protagonista, ya sea que acierte o no en sus apreciaciones o que distorsione la realidad de manera evidente. En este tipo de narración alcanzan su mayor expresión el monólogo interior, la interiorización de los pensamientos y el manejo de los sentimientos humanos. Este libro usa la primera persona en forma de autobiografía, en la cual la protagonista habla de algo que le ocurrió a sí misma y cuenta sobre su propia vida. Un ejemplo de este tipo de dialogo es: “Me tironeaban la admiración y algo de crítica, tal vez quería descubrir que Lucas se había vuelto loco” (51).
También la primera persona aparece como testigo directo de lo vivido por otros, y el narrador suele ser un personaje secundario o desplegar alguna técnica narrativa, como descubridor de supuestos manuscritos, investigador de un acontecimiento poco conocido o cualquier otra estrategia semejante. En esta frase estamos leyendo desde el punto de vista de otro personaje del cuento: “Carmela palpó su libreta, pero en ese momento debía poner en práctica otra tarea, la aprendida en la hondonada de tiro” (85). El uso de la primera persona permite desarrollar más los aspectos psicológicos de los personajes y consigue una mayor identificación del lector con el protagonista del argumento.
El vocabulario de los personajes en un cuento es una buena manera de entender los niveles de educación que tienen. En este libro el vocabulario de los soldados es de un registro muy bajo, usan palabras muy poblanas y muchas groserías: “¡Lo vi hacerse culiar! ¡Es un puto! ¡Un traidor hijo é puta!” (115). Las groserías demuestren una falta de la habilidad de comunicarse usando palabras más respetuosas. Este tipo de vocabulario es muy común en el ejército y a veces tiene un efecto bueno, porque lo usan para demostrar autoridad y poder ante los que están en rangos más bajos. La protagonista usa varios registros de vocabulario, dependiendo de con quién esté hablando. Ella es una doctora entonces tiene mucha educación y sabiduría para poder comunicarse aun con los más sofisticados. Pero a la vez ella entiende que todos no hablan en este nivel y entonces sabe bien cuándo tiene que hablar con un registro más bajo para ser entendida.
Este libro hace un trabajo excelente en el uso de frases largas y cortas, que ayuda a mantener la atención de los lectores. Algunas de las frases cortas pueden ser sólo una palabra, lo cual tiene un fuerte impacto en el lector. Por lo general, se utilizan las frases cortas para demostrar el enojo o la frustración de los personajes. Un buen ejemplo de unas frases cortas se encuentra en el siguiente fragmento: “¿Juntos? No, no era posible. Algo tramaban” (98). Muchas veces las frases son mucho más largas y contienen una gran cantidad de información vital. Estas frases son generalmente las partes no vocales o cuando estamos escuchando los pensamientos del narrador y no las partes conversacionales.
El autor Marcos Aguinis ha hecho un buen trabajo con este libro a trevés de usar varias técnicas para mantener la atención del lector. Los temas que mencioné sólo forma una parte pequeña de todo de lo que el autor emplea para contarnos esta historia. Los detalles que están escondidos detrás de las técnicas gramaticales en La pasión según Carmela ayudan mucho la historia cuando el lector los entiende. Este libro es muy recomendado para alguien que tiene tiempo para leer, porque después de que empieza pasar las primeras hojas no va a poder dejarlo hasta que lo termine.
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