El presidente del Instituto de Medicina (IOM), Harvey V. Fineberg dijo: “Vaccines are among the greatest public health accomplishments of the past century”[1] (Immunization safety XI). Richard B. Johnston, Jr., presidente y director de la FundaciónMarch of Dimes Birth Defects afirmó: “Few would question the profound importance of vaccines to public health”[2] (Adverse events V). Estas dos declaraciones muestran la gran importancia de las vacunas para nuestra sociedad; tanto así, que requiere que nuestros niños sean vacunados para poder empezar la escuela. Muchos países están practicando legislaciones similares a las de los Estados Unidos y millones de niños se vacunan durante sus primeros años de vida en todo el mundo. Es cierto que estas vacunas ayudan prevenir muchas enfermedades, pero ¿puedan ser la causa de otras?
Desde el principio de historia hemos pensado en la manera de curar enfermedades,sino también queremos saber cómo prevenirlas. Así, en 1796 se desarrolló la primera vacuna del mundo. Edward Jenner, un médico que vivía en Berkeley, Inglaterra,sacó pus de una lesión de viruela de vacas de la mano de una adolescente e inoculó un niño de ocho años, James Phipps, quien nunca había tenido viruela. Seis semanas después, Jenner contagió al niño con viruela, pero este no se enfermó y tampoco reaccionó ante otras personas contagiadas del virus. El médico hizo 12 experimentos iguales a este y encontró los mismos resultados. Después de haber reunido bastante información, Jenner publicó sus estudios en un libro titulado Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccine: “His assertion ‘that the cow-pox protects the human constitution from the infection of smallpox’ laid the foundation for modern vaccinology”[3] (Stern 612).
La prevención de la viruela fue el principio de los estudios inmunológicos, pero los científicos todavía tenían mucho que aprender. Muchas enfermedades todavía causaban problemas en las sociedades y los científicos seguían buscando las vacunas para prevenirlas. Fue casi cien años después del descubrimiento de la vacuna de la viruela cuando un químico francés, Louis Pasteur, creó lo que él dijo que erala vacuna contra la rabia. Lo que realmente había desarrollado fue una antitoxina que ayudaríaa curar la rabia si alguien ya la había contraído. Aunque no encontró la vacuna, Pasteur descubrió algo que tendría un impacto significativo en los futuros estudios de vacunas. Creó la antitoxina a partir de microbios incubados de rabia por un largo periodo de tiempo antes de introducirlos al cuerpo humano. Desde entonces otros científicos empezarona introducir microbios vivos, pero menos fuertes, a gente para tratar de prevenir enfermedades. Los científicos han obtenido resultados tan buenos que aun hoy día siguen usando este modelo de Pasteur con muchas de las vacunas actuales.
En los últimos cincuenta años, se han desarrollado vacunas para la prevención de muchas enfermedades graves. Los estudios mostraron que elmomento ideal para introducir estas vacunas al sistema humano es en los primeros años de vida, antes de que el sistema inmunológico se desarrolle completamente. En los años ochenta del siglo XX, de acuerdo con estos resultados,en Estados Unidos se empezó vacunar a niños pequeños.Pronto empezaron a tener problemas porquehabía demasiadas vacunas y los niños tenían que regresar a los centros de salud muchas veces para poder recibirlastodas. La solución fue combinar las vacunas para darles más de una en cada visita. Aun después de combinarlas, todavía las madres llevaban a sus niños a las clínicas para recibir sus vacunas casi cada mes en los primeros años de vida.A introducir tanta medicina en esos cuerpos tan pequeñosha ayudado a no enfermarnos tanto; sin embargo, en los últimos20 años hemos visto un aumento de autismo, epilepsia, trastorno por déficit de atención y otras enfermedades. Muchas de las nuevas madres llevan sus niños a recibir las vacunas para protegerlos, pero ¿pueden ser que estas mismas vacunas la causa de otras afecciones?
Como todas las nuevas ideas, el estudio de vacunas ha tenido mucha controversia a través de los años. En 1821, poco tiempo después de la aprobación de las leyes que obligaban a la vacunación en Gran Bretaña, los británicos empezaron protestar las leyes porque “they considered the intrusion of their privacy and bodily integrity”[4] (Stern 617).Los británicos no fueron los únicos que se sintieron así;casi en cada país donde practican la vacunación siempre hubo resistencia. Muchos estaban preocupados porque pensaban que no había suficientes estudios de los efectos adversos que estas vacunas podían causar.Esta preocupación duró por mucho tiempo, pero nadie había hecho pruebas de si las vacunas realmente podían causar efectos adversos. En 1986,en un intento de calmar las preocupaciones,Estados Unidos aprobó el National Childhood Vaccine Injury Act[5] (NCVIA). Esta nueva ley también mandó que el secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos ordenara al IOM estudiar los efectos adversos de las vacunas. El IOM empezó inmediatamente a estudiar las vacunas de rubeola y tos ferina y los posibles efectos adversos que puedan causar. Los resultados fueron publicados en 1991 en el libro Adverse Effects of Pertussis and Rubella Vaccines. Luego, el IOM también completó estudios sobre los posibles efectos adversos de muchas otras las vacunas. Todos sus resultados han sido publicados en varios libros y volúmenes de enciclopedias.
La vacuna de tos ferina ha sido centro de controversia desde su implantación. Los estudios que hicieron en 1991 descubrieron que la vacuna sícausaba encefalopatía aguda, anafilaxis y llanto inconsolable (Adverse Effects of Pertussis 7). También descubrieron otras posibles enfermedades que puedan ser causadas por esa vacuna, pero dijeron que no podían relacionarlas totalmente porque no tenían bastantes pruebas. Además de los efectos adversos de la vacuna de tos ferina, averiguaron que la vacuna de rubeola causaba problemas de artritis crónica y aguda. Aún siguen estudiando esos efectos y en un año tan reciente como el 2002, Estados Unidos dejó de usar la vacuna contra la tos ferina y ahora usa una vacuna menos fuerte, llamadadifteria, tétano y tos ferinaacelular(DTaP). Estos cambios demuestren que las vacunas todavía son parte de una ciencia nueva que todavía está en desarrollo.
Ha existido mucha discusión sobre la conexión entre las vacunas y el síndrome de muerte infantil súbita (SMIS):“El SMIS es la principal causa de muertes infantiles entre un mes y un año de edad, siendo la mayoría de las muertes entre los 2 y 4 meses” (sidscenter.org). Muchos estudios han probado que varias vacunas sí puedan causar la muerte. Aun el IOM publicó en 2003:“the evidence favors acceptance of a causal relationship between diphtheria toxoid and the whole cell pertussis vaccine and death due to anaphylaxis in infants”[6] (Immunization Safety 59).Es alarmante aprender que las mismas vacunas que nos deben salvar puedan incluso llevarnos ala muerte. Esto no quiere decir que el SMIS siempre sea resultado de un efecto adverso de una vacunay no hay por qué eliminarlasvacunas completamente.
El uso extendido de las vacunas fue tan rápido que muchos no se enfocaron en informarse completamente acerca de lo bueno y lo malo de las vacunas, sólo se enfocaron en lo bueno. Incluso algunos médicos particulares no saben mucho de lo malo porque han aprendido desde el principio de su carreraque las vacunas han salvado a la sociedad. Gracias al Instituto de Medicina y otros estudios actuales estamos empezando a saber más sobre lo malo yentonces existe la necesidad de educarnos mejor sobre los posibles efectos adversos. Como una sociedad moderna, Estados Unidos seguirá vacunando a los niños para evitar las posibles epidemias que pueden pasar sin las vacunas. Nuestro papel en esta obra tan grande es tener mejor información acerca de cómo y cuándo debemos vacunarnos nosotros y a nuestros niños para poder evitar los posibles efectos adversos. Es cierto que estas vacunas ayudan a prevenir muchas enfermedades, pero también es cierto que causan otras.
Bibliografía
Institute of Medicine. Adverse Effects of Pertussis and Rubella Vaccines.AReport of the Committee to Review the Adverse Consequences of Pertussis and Rubella Vaccines. Washington, D.C: National Academy Press, 1991.
Institute of Medicine. Adverse Events Associated with Childhood Vaccines Evidence Bearing on Causality. Washington, D.C: National Academy Press, 1994.
Institute of Medicine. Immunization Safety Review Vaccinations and Sudden Unexpected Death in Infancy. Washington, D.C: National Academies Press, 2003.
National Sudden and Unexpected Infant/Child Death & Pregnancy Loss Resource Center. 07 Nov. 2009 <http://www.sidscenter.org/espanol/queessmis.html>.
Stern, Alexandra M. and Howard Markel. “The History of Vaccines and Immunization: Familiar Patterns, New Challenges.” Health Aff 24 (May 2005): 611-621.
United States of America. U.S. Department of Health and Human Services. National Institutes of Health. National Institute of Allergy and Infectious Diseases. Jan. 2008. U.S. Department of Health and Human Services. 3 Nov. 2009 <www.niaid.nih.gov>.
[1]“Las vacunas se encuentran entre los logros más grandes de la salud pública del siglo pasado”.
[2]“Pocos pondrían en duda la enorme importancia de las vacunas para la salud pública”.
[3]“Su afirmación de que “la viruela vacuna protegerá a la sociedad humana de la infección de la viruela”fundó las bases para la inmunología moderna”.
[4] “se consideraba una intrusión a su privacidad e integridad del cuerpo”.
[5]Ley nacional de daños de vacunas en niños.
[6]“laspruebas muestran que hay una relación causal entre el toxoide diftérico y la vacuna contra la tos ferina y la muerte por anafilaxia en los niños”.
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